sábado, 6 de diciembre de 2025

El Milagro Fugaz

 Cómo imaginar que con solo una caricia
aliviaría el dolor de mi alma,
esta pena antigua que no pedía prisa,
si no el eterno silencio de la calma.
 

Y tu roce llegó, un fuego manso y breve,
deshaciendo el nudo que ataba mi verdad.
 

No fue un juramento, ni un amor que se atreve,
fue el tacto que borró toda la oscuridad.
Es un cuarteto y un terceto, un total de siete versos.

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