viernes, 5 de diciembre de 2025

El remedio de tu amor

Mi alma era un desierto de quietud helada,
un viejo papiro escrito con la sombra del pesar,
y caminaba ciega, triste y fatigada,
sin la esperanza de volver a vibrar.
 

Y entonces llegaste tú, con esa luz serena,
y un gesto tierno que no pide explicación.
Cómo imaginar que con solo una caricia amena,
aliviaría el dolor profundo de mi corazón.
 

Tu mano no es solo piel, es promesa y es amparo,
es el ancla que detiene la tormenta en alta mar;
cada roce tuyo es un sol, un faro claro,
que desarma el miedo y me enseña a respirar.
El dolor que ayer pesaba, hoy se vuelve pluma,
se evapora en el aire tibio de tu piel,
porque donde hay amor, la tristeza se esfuma,
y mi alma renace, fiel a tu dulce miel.

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