Eres mi refugio cuando el mundo es tempestad,
el puerto al que mi alma regresa en soledad.
Un muro fuerte y tierno contra toda hostilidad,
donde la herida cesa y encuentra la verdad.
Eres mi paz, en el torbellino de la vida,
la calma que desarma la prisa y la movida.
Un silencio sagrado, caricia no fingida,
la dulce melodía que al corazón convida.
Y eres mi razón, la brújula y el faro,
el impulso y el motivo, el destino más claro.
El porqué de la lucha, el regalo más caro.
La esencia que respiro, mi principio, mi amparo.
En ti se une el amparo, la quietud y el sentido,
el lugar donde habito, donde siempre he vivido.
Mi ancla en este viaje, mi sendero elegido.
Eres todo en mi vida, mi amor más querido.
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