viernes, 21 de noviembre de 2025

Mi alma

Mi alma llevaba un peso, un dolor sin medida,
una noche perpetua, una herida encendida.
Caminaba en silencio, sin hallar consuelo,
buscando una estrella, perdida en el cielo.
 

Llegaste sin avisar, con un gesto tan leve,
que disipó las sombras cuál ráfaga breve.
Tu mano en mi mejilla, tu tacto sutil,
despertó la esperanza, lo que creí inútil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario