Nuestro amor ha echado raíces, creciendo con el tiempo
y fortaleciéndose ante las adversidades.
A lo largo de los años, hemos compartido risas, lágrimas y sueños,
construyendo un vínculo que no solo nos une, sino que también nos enriquece.
Cada experiencia vivida juntos ha sido un ladrillo en la sólida base de nuestro amor.
Permitiéndonos florecer en un jardín lleno de colores
y aromas que representan nuestra historia.
Con cada día que pasa, siento que nuestras raíces se entrelazan
más profundamente, haciendo de este amor un refugio
seguro en el cual ambos encontramos paz y felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario