En cada latido y en cada amanecer,
hay un pensamiento que no puedo esconder.
Un sentimiento profundo, sincero y vital,
que grita tu nombre, sin nada que ocultar.
Quiero que todo el mundo sepa lo importante que eres para mí,
más que las estrellas, más que el ancho mar.
Eres mi faro, mi fuerza y mi razón,
la dulce melodía de mi corazón.
Que resuene en el viento, que lo oiga la gente,
este amor que siento, puro y transparente.
Porque tu presencia da sentido a mi ser,
y sin ti, a mi lado, no sabría qué hacer.
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