El perfume mágico se esparce en el viento,
resplandece con tu mirada, la lujuria sobre mi boca,
provocando un fuego ardiente que consume mis sentidos.
Marcha triunfal, y decora la noche con tu voz musical,
que susurra promesas de deseo y entrega.
Lentamente, recorre mi piel desnuda, despertando
cada poro, cada nervio, y bésame sin censura, dejando
una estela de pasión a su paso.
En el eterno ritmo de los siglos, hazme finalmente tuyo,
mientras el universo se detiene para presenciar nuestra
conexión, donde los sueños se funden y los latidos
se sincronizan, tejiendo un relato de amor y entrega
que perdurará más allá del tiempo.
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