Anoche volvió y no supe si fue real o yo aún dormía.
Él volvió y sus manos enredadas en mi cuerpo
Estaban llenas de misterio, de luz de luna,
de lozanía.
Sin decir palabra nos fuimos perdiendo
Yo entré en su exquisito perfume.
Él entre mis caderas que terminaron cediendo,
Fue su piel contra mi piel.
Bebí de sus gemidos y el de mis besos
Pasión sin pudores llena de placer
Fue un poema de amor el que fuimos escribiendo.
Solo éramos nosotros dos en esa noche fría.
Se recostó sobre mi pecho,
y sus latidos nerviosos, su respirar acelerado
Fueron a mis oídos la más dulce melodía.
Y nos llamamos uno, él y yo,
en ese infinito momento,
Si estaba soñando, no lo sé,
Pero esta noche de nuevo esperaré
Para hacer del amor.
Nuestro más bello encuentro.
lunes, 27 de octubre de 2025
Su piel contra piel
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