Dime al oído

Dime al oído, en secreto, la combinación
exacta que me hace estremecer,
y ponerme nervioso, con tus manos.
En tinieblas has vibrar mi corazón,
al deseo, al amor, a la pasión.
Con dulzura y místico ensueño, 
llévame al refugio de tu intimidad divina,
hasta la purificación de tu alma.
Hasta la más íntima de tus plegarias
Ilumina mi interior con tu luz apacible,
y con tu aliento… 
El perfume mágico se esparce en el viento
Resplandece con tu mirada, la lujuria
sobre mi boca.
Marcha triunfal, y decora la noche con tu voz musical
Lentamente, recorre mi piel desnuda,
y bésame sin censura, y en el eterno ritmo
de los siglos hazme finalmente tuyo.
Anónimo