Al anochecer estaremos iluminados de romance,
como la bruñida Luna que en cada
sombra deja algo de poesía.
Cuando la noche suceda moriremos en pasiones,
como las estrellas que puntuales en las
madrugadas se desprenden.
Al amanecer deberíamos estar en el rocío bañados
en amores, como las efímeras gotas acarician a
los mantos de colores.
Al llegar la mañana el sol nos inundará
de luz y nosotros seguiremos siempre juntos
en un amor sin penumbras.
© Soy Así poemas-del-alma.com
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