Sabré esperarte.

 En la algidez de mi divagación, lloro

hundido en la nostalgia de mi memoria

recordando tu sonrisa que añoro

bajo la mórbida lucidez de la penuria.

 Celoso de aquel viento que rozaba tu rostro

bañado por una sonrisa que de tus labios salía

renaciendo el amor tuyo, nuestro

uniendo nuestros cuerpos que la pasión fundía.

 Dejo volar mis fantasías con la idea de verte

tenerte de noche, soñarte  de día

estrecharte entre mis brazos, amarte…

 Bello romance si consiguiera despertarse

pues tu figura difusa, en el tiempo se desvanece

más mi voluntad paciente…sabrá esperarte.

 Gregorio herraiz.