Bendito sea la mirada con la que me miras…
Porque gracias a ella has penetrado hasta el fondo de mi alma haciéndome estremecer.
Benditas sean las manos con las que me acaricias…
por qué gracias a ellas me he sentido subir al cielo y he vivido en la gloria sin la necesidad de no estar viva…
Benditos sean tus labios carnosos… porque en ellos descubrí la miel
de los deseos y el néctar del placer… pues me has hecho que por ellos
me, llegue a perder…
Bendito sea tu cuerpo recorrido… sí, recorrido como vereda, porque por ellas es que ahora estoy caminando yo…
Bendita sea la sonrisa que brota de tu boca.
Por qué es con ella, con la que enloquezco aun cuando estemos enojados…
Benditos sean tus ojos, tu cuerpo, tus manos,
benditas tus caricias…
bendito seas todo tú…
Pero lo que es mejor…
Bendito sea Dios que te puso en mi camino, la fecha exacta y en el mismo
lugar donde yo me encontraba…
Bendito sea porque hizo te enamoraras de mí…
Pero sobre todo bendito sea por la dicha que me ha regalado, porque él más que nadie sabía que necesita tanto amor… Del cual ahora gozo junto a ti
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