Te amo desde el borde de los cielos, desde
donde te observo y no logro alcanzarte.
Trato de seguir tu ruta y no puedo llegar hacia ti.
Quisiera que comprendas este dolor que
ahonda mi ser, mientras tantos recuerdos en
este momento invaden mis instantes.
Yo aquí entre nuestras fotografías te espero,
entre lágrimas que te extrañan como a la misma
felicidad que hemos tenido.
Aquí te espero, para vivir, en medio de sonrisas:
Te espero para sentarnos en cualquier banco
frente al río y así adorar al Sol que siempre nos iluminó.
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