La sábana tibia guarda tus suspiros,
la funda mimosa cuida tu perfume
son mi compañía, mis fieles amigas,
desde aquellas noches que allí te albergaron,
huésped delicado, exquisito amante.
Mis noches de insomnio tienen compañía,
tus palabras tiernas, tu mirar sonriente, estás!
las calladas frases dichas por tus dedos, sí!
la magia infinita entre beso y beso…
Todo está presente, todo está conmigo, todo vive en mí.
Mi alcoba es ahora un altar de ti,
con tu risa abierta, tus insinuaciones,
pisadas seguras, tus huellas benditas,
cada mohín al decir “te quiero”
rozando mis labios,
El guiño exquisito, tu dulce mirar,
envolviste el mundo en nubes rosadas,
y saliste al encuentro de mi sed de más…
Desde esos días que me regalaste, nada está igual
en el mundo mío pequeñito y blanco
me dejaste un rey para adorarlo
y mil “te quieros” para recordarlo;
Quedaste en mi alma, por siempre, jamás…
...Y fue por siempre en realidad.
Autora; Ninfa Duarte
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