Cuantas noche te busqué entre las estrellas y cuando te encontré te dije que te quería tu sonrisa me enloquecía tu aroma entristece tu ausencia y tu mirada me alumbraba mi alma
Tu piel era un horizonte sin bruma por donde resbalaban locos mis dedos, tus besos eran heridas de ternura que invocaban el arranque de mis deseos.
No sé lo que siento, o qué me pasa, que a veces la noche me desborda, no dejes que el río me arrastre en su desbordamiento de sombras y vacíos
Juntos recorrimos largas distancias, le pusimos candado a la tristeza y sellamos la entrada del abismo para que nunca asomara la niebla.
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