No me acostumbro a tu ausencia.
Es triste y evidente que la gente
puede conseguir acostumbrarse a cierta cosa,
pero es lo que sucede.
Conseguimos habituarnos al dolor
A la soledad, comenzamos a vivir con ello
Sí… ¡Amigos!
Porque son ellos los amigos los que siempre están ahí,
aunque nos encontramos con la misma gente.
Ellos hacen que te sea más fácil pasar por la vida.
Y a prevenir que caigamos en un abismo profundo,
ellos que nos rodean con una capa para protegernos
y nosotros les dejamos, se implican, nos calman.
Es dolorido, el mismo dolor, pero no voy a gritar.
Prefiero vivir como si no fuera, como si no se sintiera.
Voy a ver el otro lado de la vida.
Cuando tú vuelvas, todavía yo estaré aquí,
Porque te amo,
Porque está en mi condición…
Y porque aprendí a esperarte,
aunque todas las horas son ingratas,
a los tiempos; se apresuran cuando somos juntos
se convierten en un placer largo e interminable
enorme al estar en tu ausencia.
Entonces no voy más allá de la mirada en ningún momento,
mi vida no va a tener menos.
Cuando tú vuelvas, yo todavía estaré amándote,
y voy a amarte como nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario