domingo, 15 de enero de 2017

Hola, ¿cómo estás?

 Hola, ¿cómo estás?,
Yo estoy regular algo triste después de haberte escuchado, la otra noche,
estaba  en el piso trabajando y quise escribirte, hace mucho que no lo hago…
Y ya le perdí la mano.
No escribo como antes, pero al menos voy a hacer el esfuerzo
de escribirte, en verdad no es un esfuerzo; el esfuerzo es el intentar
decir algo que no te moleste.

Que te puedo decir que ya no sepas, más que te quiero y que
te necesito, y por no confesarte,
también, que te quiero más allá de la amistad que nos une.
Más allá de lo que tus ojos puedan ver.
Más allá de lo que puedas creer, ya que sería prácticamente
inexplicable hacerte ver lo  que
encubren mis pensamientos, tal vez no sea complicado,
tal vez lo sea más porque yo lo soy
y siento de diferente forma que tú, soy más sentimental, me tomo
las cosas más a pecho, me gusta sentir que los demás
me quieren, no me basta con que me digan si tú ya lo sabes,
no hace falta que te lo diga, no, yo necesito que abecés
me lo digan o me lo demuestren, ya vez
Somos en este aspecto muy diferentes; es de la manera
que conozco de ver el amor.

Ya sé que lo de dar sin necesidad de esperar nada.
El cambio es verdad, pero, abecés, necesitamos escuchar algo
parecido a un te quiero o te echo de menos o algo semejante.
Saber que esa persona se acuerda de ti.
Ya me lo imaginaba, no digas nada...  
No te culpo por no sentir de la misma manera que yo, al fin soy yo
quien rompe siempre  los códigos de la amistad,

Soy  yo quien no sabe controlar las ganas de mirarte, de abrazarte,
de sentirte mío, solo mío, aunque sea por ese instante.
Perdona mi atrevimiento, pero lo tenía atravesado en el alma y es
un dolor muy duro, pero lo seguirá siendo, con la diferencia de
que no habrá más lugar para mis ilusiones, ya que desde
Hace mucho tiempo sé que no tengo cabida en tus ojos, en tu corazón
ni en tu vida, de la manera que quiero yo, y no porque
no queramos sino porque no debemos.
Me,  equivoque, sentí lo que no tenía que sentir, pero es verdad
que lo intento y no sabes cómo.

Pero abecés me llega los momentos bajos, momentos tontos,
que no puedo habitar, que son los que hacen que me comporte
de esa manera que a ti no te gusta, no te sientas culpable...
yo fui la culpable.
No existe el olvido en mi  vida, sería inútil tratar de hacerlo
tampoco quiero, no me queda más
por decirte, salvo que te deseo lo mejor, que me perdone  
por la postura que tomo en ocasiones,
que ni yo las entiendo. Yo no puedo seguir como si nada hubiese
pasando, como si nada me estuviera pasando.
Es duro... pero

Abecés, pienso que es mejor que estemos separados,
ni tú ni yo queremos lastimarnos, en eso estamos de acuerdo, ¿no?
Lo digo metafóricamente.
Pero es verdad que no puedo evitar que cuando estoy contigo un
día luego quiera tener más días, y cuándo
pasa tanto tiempo y ni siquiera tengo ese día, y pasan las  semanas  
los meses llaga un momento en que los sentimientos me traicionan,
y me comporto como en estos momentos

Quiero guarda la mejor imagen de nuestra amistad, la misma
que hemos tenido sentados miles
de veces hablando de nuestras cosas y de  la vida…
Pero siempre en algún momento esa amistad
se convierte en algo más y es la que me hace daño, en algo más
en mi mente lo siento, pero
Abecés muchas veces quiero cambiar y no puedo.
Estoy haciendo esto muy duro, ya me voy

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