viernes, 30 de enero de 2004

El embrujo de la Droga

 Te vi ayer y recordé cuando éramos más jóvenes,
y estábamos siempre juntos cuando éramos amigos íntimos.
Días en que jugábamos juntas, y salíamos a todas partes,
no íbamos de viajes, nos reuníamos en los mismos bares discotecas,
parques calles, Incluso abecés, las mismas inquietudes,
hasta nos gustaba los mismos chicos.
Cuando éramos confesor y yo el tuyo.

Tu más joven pero
más fuerte
más atrevida,
sabias estar en el sitio justo en el momento afortunado.
Vivía un paso más adelante que el resto de la gente
Te volví a ver ayer, y recordé que días atrás pase junto a ti
y casi no te conocí.

Tu mirada estaba pérdida y esa felicidad alquilada por unas horas a un precio muy alto.
Ayer hablamos de los viejos tiempo
En tu cara se leía que por el momento no te quejaba de la vida.
Quizás pensó hace tiempo que un día la vida le cambiaria, me diste pena;
y sé que más tarde caería en el embrujo de la droga;
Quizás soy egoísta, y me alegre de haber sido más debió.
De no haber sabido estar en el sitio adecuado, nunca.
Y haber vivido como el resto de la gente.

Te estas dejando vencer. Por ese animal, o monstruo,
es igual como quieras llamarle: que es la droga

Nunca te he visto luchar, por salir
Nunca te he visto luchando por tus hijos
Nunca te he visto luchando por tu vida
Te estas dejando vencer.
Te estas dejando morir

Nunca te vi pensar en los que están a tu lado, y que te quieren.
Solo te preocupas de que nunca te falte,
para seguir con esa mirada perdida solo hablas de muerte
Me alegro de haber sido más debió
Menos atrevida de no haber sabido estar en el sitio adecuado,
Nunca y de haber vivido como el resto.
Ý calle y otorgué
Para mi hermana


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